El denominado efecto bokeh no es más que un termino que significa desenfoque. En fotografía se utiliza para referirse a la calidad de un objetivo por la estética de las zonas desenfocadas que produce en una foto. Dicho efecto nos tocó realizarlo a mis compañeros y a mí hace unas semanas cuando hicimos una excursión a Madrid para ver también unas exposiciones de fotografía de las que os hablaré en otra de mis entradas más detenidamente.
Este efecto lo hemos visto en muchas fotografías y hay que reconocer que le da a la fotografía un efecto más acogedor e incluso nos parece que hace la foto más bonita de lo que es en muchas ocasiones, y yo no voy a ser la que diga lo contrario. Aunque parezca que es un efecto complicado y difícil de conseguir, he de decir que no es del todo cierto. Lo único que necesitamos es tener unas pautas básicas sobre fotografía para poder obtener fotografías con dicho efecto.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que para obtener este efecto, debemos tener una distancia focal amplia para que haga que el fondo este todo lo desenfocado posible. Segundo cuando más nos acerquemos al sujeto u objeto más desenfocado estará el fondo por lo que, que no os de miedo acercaros a vuestro sujeto u objeto. Y con el paso anterior obtendremos las luces mucho más desenfocadas y más grandes por lo que harán que nuestra fotografía tenga ese toque acogedor y bonito masificado.